Hablar de censura en los ámbitos pedagógicos es un llamado a pensar desde distintas miradas el poder de la palabra, el arte, la vida y el derecho a la libertad de expresión. Es una inquietud que fija la atención en las prácticas de lectura que construyen una democracia y, por las mismas censuras, que la detienen; por la necesidad profunda de convertir la lectura crítica del contexto en un esfuerzo de los colectivos educativos; por cómo podemos acompañar desde libertad, el respeto a una infancia y una adolescencia que por mucho tiempo creímos domesticable, pero que con grandeza y valía nos han demostrado ser la simiente de un cambio.