Los bancos de prueba están diseñados para experimentar y determinar el estado de un componente o elemento, el cual no puede ser diagnosticado por sí mismo. Este es el caso donde surge la necesidad de crear un banco de prueba para una válvula que hace parte del sistema de aire acondicionado, de las aeronaves de fabricación francesa ATR-42 y ATR-72[1]. Las válvulas de control de entrada de la turbina están diseñadas para regular aire, y entregar una temperatura especifica a otros componentes del sistema de aire acondicionado, y así, poder enfriar la cabina de los aviones con el fin de brindar confort a los pasajeros[2]. Por medio de las cartas de servicio emitidas por Honeywell, quienes son los fabricantes de la válvula, los técnicos de mantenimiento de las aeronaves pueden diagnosticar y determinar si estas válvulas están en óptimas condiciones, o si están en un estado de falla[3]. La necesidad de un banco de pruebas surge a raíz de lo engorroso y complicado que es efectuar estas pruebas, debido a la exactitud en las temperaturas que exige el fabricante. Gracias a la teoría de control, programación y automatización, es posible crear un banco de pruebas que sea capaz de mantener una temperatura especifica, controlar el caudal de agua para las pruebas, y mostrar en tiempo real la reacción de la válvula[4]. Este proyecto promueve el diseño, construcción, control y análisis de un componente del medio aeronáutico, el cual falla a menudo en aeronaves que operan diariamente a nivel mundial. Con la intención de mejorar los diagnósticos de mantenimiento, y reducir las demoras en los itinerarios por fallas técnicas.