En el proceso educativo se describen las relaciones existentes entre docentes- -estudiante, esta interacción conduce a infinidades de preguntas, dificultades y situaciones que representan obstáculos para el desarrollo del aprendizaje y la calidad educativa, las cuales evidencian la necesidad de revisar, reflexionar y orientar los procesos implementados en la práctica docente y en las metodologías de aprendizaje-enseñanza para desarrollar la formación por competencias. Ante estos escollos, la formación y el desarrollo de competencias surge como afluente orientador para complementar la formación humana integral desde el desempeño en el marco de un proyecto pedagógico, siempre articulado con la interacción social. De ahí que se constituya como una visión de los procesos educativos que, para que pueda tener efectividad, es necesario que los docentes se formen con metodologías que contribuyan a la mediación de los aprendizajes y aplicación de estrategias didácticas que integren el aprendizaje colaborativo, desarrollo de pensamiento crítico, reflexión individual y colectiva. El docente, por su parte, asume el rol práctico-reflexivo, potenciando el desarrollo de competencias