Los conocimientos actuales acerca del papel de los fluoruros; han llevado a que además de las fuentes naturales de donde procede el flúor, en muchos países se haya implementado su suministro a la población a través de fuentes sistémicas como el agua, la leche o la sal, así mismo, cada vez aparecen en el mercado más productos a los que se les han adicionado fluoruros, tales como alimentos, enjuagues bucales, cremas dentales y materiales para uso odontológico. (2) La disponibilidad de fluoruros a través de múltiples fuentes, puede llevar al uso frecuente de manera indiscriminada de este ion, produciendo un efecto secundario indeseable, la fluorosis dental. Según el informe mundial de salud oral de 2003 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) no es posible conseguir una prevención efectiva de la caries dental basada en el uso de fluoruros sin que se presente algún grado de fluorosis dental.(3) Esta afección dental se caracteriza por un incremento en la porosidad de la superficie y en la sub- superficie del esmalte, causando manchas blancas y opacas, estriaciones moteadas, hendiduras transversales y ondulantes de la superficie esmaltada del diente y fosas discontinuas con zonas de sub-desarrollo dental que pueden alterar su morfología y generar extensas fracturas mecánicas de la superficie, predisponiendo a la aparición de otras alteraciones como la caries y sensibilidad dental.(4) También existen efectos adversos sobre la salud sistémica, como por ejemplo la fluorosis esquelética. Aunque la fluorosis dental y la esqueletal son las dos afecciones producidas por el exceso de depósito de fluoruro en el tejido mineralizado, no son las únicas estructuras, aparatos o sistemas que se ven afectados por la abundancia de depósitos fluorados, también se ha demostrado que afecta en diferentes grados a los siguientes aparatos y sistemas: Óseo, digestivo, reproductivo, urinario, digestivo, inmunológico, endocrino y sistema nervioso central, produciendo efectos genotóxicos y carcinogénicos. En el caso del sistema óseo, encontramos afecciones por exceso de calcificación en la región sacro y la porción superior del fémur, esto asociado con problemas de osteoporosis predisponen al paciente a sufrir fracturas óseas, en el caso del sistema renal se ha demostrado en animales que cuando se presentan también concentraciones altas de fluoruro se puede presentar necrosis de los túbulos renales, nefritis, y de manera general, toxicidad renal; también se ha demostrado que el exceso de este mineral produce desde irritación estomacal hasta gastritis. Respecto al sistema inmune, se ha encontrado una alta hipersensibilidad de la piel en las personas que habitan las regiones consideradas como endémicas. (5) Debido a esto se corrobora la necesidad de continuar explorando los factores de riesgo que se asocian a esta patología, para ello se realizara un estudio Descriptivo de corte transversal, aplicando una encuesta a los padres de escolares de 8 a 12 años del Municipio de Puerto López-Meta, en la que se indagara sobre posibles factores de riesgo para fluorosis dental.