En el sector constructivo, el encofrado desempeña un papel fundamental al dar forma a vigas y columnas durante el fraguado del concreto. Se podría dar como definición de encofrado “A un grupo de tableros de madera, que podrán tener la superficie plana o curva y que se instalarán apoyados sobre una estructura provisional a la que llamaremos obra falsa. Esta formaleta nos servirá de molde o encofrado para darle al concreto líquido cuando se endurezca, la forma y apariencia definitiva deseada, por esta razón debe ser rígida y estable”(CIDICO et al., 1990). Cabe mencionar que existen más materiales con los que realizan los encofrados, tales como: en aluminio, acero, plástico, madera contrachapada entre otros. Más allá de ser un simple molde para verter concreto, el encofrado involucra diversos factores clave, por ejemplo: las dimensiones adecuadas, que la normativa actual puede no contemplar completamente un ejemplo de ella son los títulos C 6.1.1 al C6.1.5 del (De La Comisión, 2010.) Ya esto limitaría diseños y espesores de encofrados, si algún constructor desease diseñar con otros espesores de columnas y paredes que sobrepasen este diseño estándar ya habría que volver a recalcular, así como su capacidad para resistir vibraciones, la selección adecuada de químicos para una buena adherencia con el concreto. La industria de la construcción se enfrenta al desafío de innovar y desarrollar prototipos funcionales que mejoren significativamente el proceso de fundición del hormigón. Una alternativa podría ser un diseño de encofrado que permita verificar adecuadamente el asentamiento del hormigón. Además, es crucial abordar los impactos de los encofrados en la salud física y psicológica de los trabajadores. El uso de encofrados pesados, como los de acero, implica riesgos físicos significativos, mientras que la presión y el estrés asociados a la construcción pueden tener consecuencias psicológicas adversas.