El trabajo informal es un problema que compete a todos los países del mundo, pero está mucho más arraigado en los países en vía de desarrollo, siendo una situación atribuida al desempleo principalmente y la falta de generación de fuentes de empleo. En Colombia se pueden identificar varios grupos de trabajadores informales, entre los cuales se destacan población migrantes externa, como los ciudadanos venezolanos, población migrante interna, como los campesinos que salen de manera forzada o por falta de oportunidades del campo, las mujeres que trabajan en labores domésticas principalmente, los vendedores informales y pequeños microempresarios que buscan la evadir el pago de impuestos o ahorrarse tramites excesivos que los motiva a estar en la clandestinidad . Por todo lo anteriormente mencionado el Estado Colombiano direccionado desde políticas de orden mundial como son la OIT y la OCDE y de acuerdo a la Constitución Nacional ha promovido una serie de programas e iniciativas normativas dirigidas a dicha población en aras de reducir los índices de pobreza y generar incentivos que los motiven a migrar de la informalidad hasta la formalidad, no solo para mejorar su recaudo fiscal sino para que puedan acceder a otro tipo de programas que los vuelva más competitivos.