Vivimos en una economía global donde los cambios se están incrementando y las exigencias de los clientes son cada día más difíciles de cumplir. El cliente de hoy no queda satisfecho con la sola calidad en el producto. El cliente de hoy demanda calidad del producto, calidad en el servicio y valor agregado. Para asumir dicho reto, las compañías estan orientando su trabajo hacia la fortaleza en su área logística, flexibilizando los costos fijos a variables que permitan un mejoramiento en el nivel de servicio en cuanto a indicadores internos y el servicio prestado al cliente.