La comunicación es la competencia más importante dentro del profesionalismo del intensivista. Permite mejorar la atención y desenlaces de los pacientes, así como la satisfacción de sus familiares. Además, optimiza el ambiente trabajo por ende mayor bienestar para los trabajadores y menor burnout. Se enseña principalmente de manera informal; en contraposición con las recomendaciones de la literatura. La literatura recomienda su enseñanza formal y explicita dentro de un currículo, esta se puede dar espacios de tiempo reducido, pero con una mayor interacción entre docente y residente, una menor carga administrativa y la posibilidad de otorgar mayor responsabilidad al residente. Estas características las podemos encontrar en los turnos nocturnos dentro de la Unidad de Cuidado Intensivo. Este estudio busca identificar las características de las experiencias que viven los residentes alrededor del aprendizaje de la competencia comunicativa, para reforzar los facilitadores y generar propuestas de mejora para las barreras y finalmente plantear unas recomendaciones para la enseñanza formal de esta vital competencia dentro de un programa de Cuidado Intensivo.