Sea lo primero decir que una de las responsabilidades de la academia es procurar por el fortalecimiento de la dialéctica como condición necesaria para la cimentación de una cultura jurídica, máxime cuando la ausencia de debate se traduce en actitudes pasivas frente a las infracciones a la filosofía del Estado Social y Democrático de Derecho. Un debate caracterizado por la tolerancia, el respeto y la responsabilidad, que permita la medición de la tensión de los argumentos y determine los más coherentes con el contexto de surgimiento y aplicación del derecho, se erige en condición mínima para una plena adopción y desarrollo del paradigma político adoptado con la Constitución Nacional de 1991