Para empezar es de gran importancia comprender la educación como un proceso de formación permanente, personal, cultural y social, el cual trata diligentemente de conducir al estudiante al máximo desarrollo de sus capacidades, aprovechando sus aptitudes y disminuyendo la apatía o dificultades que continuamente se presentan frente a las diferentes áreas como las matemáticas, los idiomas, en este caso el inglés. Es por esta razón que los docentes se ven obligados a buscar alternativas y estrategias que ayuden a cumplir con la meta esencial de la educación o por lo menos, mejorar los procesos de aprendizaje en sus estudiantes tales como la apropiación, asimilación y aplicación del conocimiento. De esta manera, resulta complejo hablar de sólo un tipo o método de enseñanza aplicado para todas las áreas, pues cada una maneja conceptos diferentes y requieren de habilidades distintas para alcanzar un aprendizaje significativo. Es importante que el docente tenga en cuenta las capacidades cognitivas, la motivación del estudiante, las habilidades que posea, y en este caso la inteligencia en la que el aprendiz manifiesta mayor desarrollo, pues estos elementos al ser estimulados de forma adecuada, pueden contribuir a mejorar la labor del docente y los desempeños del estudiante.