Tras casi 4 años de pandemia, de cuarentenas intermitentes, de conflictos políticos y sociales sucedidos en tiempos recientes en la ciudad, provocando desabastecimiento de alimentos y altos precios en la canasta familiar, muchas personas han ido aumentando su interés por las huertas caseras. Estos sistemas productivos tradicionales, que durante mucho tiempo han ayudado a mantener la seguridad alimentaria de las poblaciones, se han convertido hoy en una excelente alternativa para suplir, en gran medida, la necesidad de alimento nutritivo, seguro y económico dentro del hogar. Múltiples investigaciones han arrojado también resultados sobre sus beneficios, como por ejemplo mejorar la calidad del aire o contribuir con el bienestar psicológico de las personas que trabajan en pro de la huerta, también se trata de concientizar a las personas de que no se necesitan grandes extensiones de tierra para cultivar comida, se necesitan ganas de comenzar a cultivar, motivación y un poco de tierra y semillas”, comenta Jennifer Montoya, ingeniería y apicultura. (País, 2021). El desarrollo de una huerta automatizada y controlada a distancia mediante un protocolo web enlazado con una aplicación móvil, permite no sólo caracterizar una idea de ingeniería sino también, un aporte socioambiental en nuestro municipio y por qué no, incentivar la réplica de esta idea a diferentes lugares del país. Este proyecto plantea el desarrollo de un prototipo de agricultura vertical, conformado por un sistema de riego y un sistema de automatización, con el fin de supervisar el cultivo en tiempo real para la toma de decisiones