Durante varias décadas en América Latina se ha presentado conflictos armados internos, entre los ejércitos de cada Estado y grupos armados al margen de la ley conformados por personas que están en contra de los regímenes o dictaduras en cada país, como Colombia y Guatemala. Como consecuencia, se han generado procesos o acuerdos de Paz, los cuales han tenido diversos resultados como dificultades, que en su mayoría no han sido satisfactorios, debido al incumplimiento de las partes. Parte de las mayores dificultades se encuentran la falta de recursos económicos y la gestión de los mismos, la falta de instrumentos jurídicos, económicos y sociales que fortalezcan dichos acuerdos, aun cuando es en este caso, la falta de voluntad política, la que mayor cuestionamiento tiene debido al incumplimiento de los pactado, afectando el logro de la paz estable y duradera, en los términos y condiciones definidos en los acuerdos y negociaciones. Ahora bien, los excombatientes al no encontrar un cumplimiento, se crean las incidencias, pandillas, bandas criminales, generando delincuencia y un desgaste para los habitantes del país que buscan y esperan la paz, como ha sucedido en Guatemala y Colombia, países que se toman como eje de análisis, bien sea por el tiempo de firma del acuerdo como por el cumplimiento con los compromisos y tratados.