La implementación de herramientas de investigación de carácter teórico-práctico ayudan a entender la ciudad y arquitectura, no sólo a lo largo de la historia sino también bajo la mirada de las dualidades que conviven en un solo espacio. Esto se puede ver con: diferentes estilos arquitectónicos que dan cuenta del paso del tiempo, las técnicas constructivas, los cambios de pensamiento en el diseño y cómo al configurar y articular las edificaciones y el espacio público construyen ciudad. Lo anterior evidencia que, el desarrollo urbano ha tenido cánones de planeación similares a lo largo de la historia. Sin embargo, las últimas dos décadas han incorporado nuevas estrategias de diseño para la articulación integral de las ciudades, se puede ver con el uso de referencias tanto urbanas como arquitectónicas las cuales demuestran concordancias y similitudes por medio de estrategias proyectuales en las cuales el peatón cobra una mayor importancia en el diseño del espacio y el automóvil queda en un segundo lugar, dando paso a una mayor conexión entre lo público-privado, el peatón y por consiguiente la creación de comunidad, esto es primordial debido a la actual situación mundial (COVID-19). Al entender el tejido urbano y las redes que lo componen se genera una nueva forma de ver la ciudad como un sistema complejo a través de la interconexión con un nuevo objetivo principal, el bienestar de sus ciudadanos, con la ayuda de estrategias para el mejoramiento de la movilidad y bioseguridad en la presente coyuntura sanitaria.