La calidad como base en los procesos de atención, es uno de los mecanismos que se ha venido apropiando por las Instituciones de salud y los gobiernos nacionales en muchos países del mundo, como políticas estatales para garantizar la protección de los pacientes y mejorar la dinámica asistencial. Desde la aparición en el año 2001 de “To errar is human”(1) en Estados Unidos, el cual dejó al descubierto las implicaciones económicas, reputacionales y de calidad de los eventos adversos al interior de hospitales y clínicas, se han desplegado grupos de investigación a nivel de América Latina, Estados Unidos y Europa, en busca de conocer múltiples consecuencias de los errores médicos en los diferentes servicios, así como las perspectivas de los involucrados, desde los profesionales de salud hasta los pacientes, en el cual sobresale el impacto económico como principal repercusión de estos hallazgos. Es por ello que se pretende con este artículo descriptivo, dar una visión ampliada de los aspectos más importantes encontrados al presentarse eventos adversos en los servicios de salud, con un plano integral en el reconocimiento, evaluación y opciones de mejoramiento, con una individualización en el manejo y consecuencias, así como la implicación directa en los costos de salud.