Para estudiar el principio de la conservación de la energía mecánica utilizamos un movimiento uniformemente acelerado como lo es la caída libre, en el cual se puede mostrar como son las interacciones entre la energía cinética Ec y la energía potencial Ep, con relación a una altura arbitraria, y así poder demostrar la veracidad de este principio en dicho movimiento, registrando el tiempo empleado por un balín entre un electroimán y en sensor acústico por un cronómetro digital.