La razón de ser de las instituciones de educación superior es la formación académica, por lo que la deserción estudiantil universitaria es una problemática afecta a las universidades y se ha convertido en un fenómeno de interés por las implicaciones institucionales, sociales, personales y económicas que conlleva. Institucionalmente hablando representa disminución en el rendimiento académico. En el ámbito social genera una desigualdad debido a la diferencia que hay con los profesionales graduados. Afecta emocionalmente al estudiante generando una sensación de fracaso y frustración al no terminar con éxito su educación universitaria, que se ve reflejado en lo personal y en el círculo familiar de este. Y económicamente el costo que tiene para el sistema educativo ya que compromete la estabilidad de los ingresos transferidos a las instituciones de Educación Superior.