Las organizaciones y sus sistemas de información están expuestos a un número cada vez más elevado de amenazas que, aprovechando cualquiera de las vulnerabilidades existentes, pueden someter a activos críticos de información a diversas formas de fraude, espionaje, sabotaje o vandalismo lo cual no solo repercute en costes económicos, sino que puede afectar considerablemente la imagen que tienen los asociados de su organización. Es por esto por lo que se hace necesario brindar ayuda, soporte y control en los diferentes procesos tecnológicos dentro de la cooperativa, así como diseñar un Sistema de Gestión de la Seguridad de la Información (SGSI) para ayudar a establecer políticas y procedimientos en relación con los objetivos de negocio de la organización, con objeto de mantener un nivel de exposición siempre menor al nivel de riesgo que la propia organización ha decidido asumir.