Se plantea que los movimientos independentistas suelen desarrollarse en contextos de inestabilidad política y económica, por lo que el apoyo a este tipo de movimientos sociales depende en gran parte por las preferencias individuales cambiantes y cíclicas. El análisis se realizó a partir del caso catalán y sus diferentes intentos independentistas, incluyendo el denominado procés que inició en el 2014. (Tomado de la fuente).