Las Operaciones de Mantenimiento de Paz (OMP) son acciones no contempladas expresamente en la Carta de las Naciones Unidas, que se han ido desarrollando en la práctica como una efectiva figura para la consecución del objetivo fundamental de la ONU, de acuerdo con los contextos políticos y los conflictos que se han presentado en el mundo, al punto que se han discutido varias formas de clasificarlas. Sin embargo, independientemente de las denominaciones que se den a las OMP o a los criterios utilizados para su clasificación, es evidente que sus alcances han venido creciendo con el paso de los años y de las circunstancias históricas, hasta llegar a tener hoy en día unos alcances amplísimos que convierten a la figura en una polivalente herramienta para el arreglo pacífico de controversias. De ahí que sea necesario analizar el alcance de las OMP, no solo según su evolución histórica, sino también las exigencias de la nueva época.