El texto presenta un proceso investigativo acerca del entrenamiento físico actoral, pensado como un proceso dramatúrgico que parte de un esquema general o estructura externa y desarrolla su estructura interna, a partir de la selección de ejercicios físicos y creativos orientados al fortalecimiento de la expresividad del actor de acuerdo a su necesidades, las cuales derivan también de las necesidades que demanda el proceso creativo. De este modo se manifiesta y se hace evidente la necesidad del entrenamiento físico para el actor, muchas veces subestimado por parte de los jóvenes actores en proceso de formación. Es precisamente desde este lugar, como estudiante a puertas de finalizar mi proceso de formación actoral, que busco dar cuenta del valor del entrenamiento por medio de la teoría y la práctica, haciendo además una reflexión ética frente a la autodisciplina, factor fundamental del que depende la continua preparación de un actor.