El dolor oncológico pediátrico es una experiencia multidimensional que a menudo se trata con intervenciones farmacológicas. Este estudio buscó adaptar una intervención cognitivo-conductual a través de un robot autónomo, incorporando técnicas de relajación e imaginería. Se realizó un análisis de entrevistas semiestructuradas para evaluar la validez del contenido. Los resultados mostraron que los participantes comprendieron bien las instrucciones y reportaron alivio emocional. La intervención, al integrar tecnología y enfoques no farmacológicos, sugiere un camino prometedor para mejorar el manejo del dolor en esta población.