El territorio colombiano cuenta con 2’906.137 Ha de ecosistema de páramo, las cuales son el 50,0 % del mundo, estos proveen el 70,0 % de agua que consume el país. Actualmente el Gobierno Nacional optó por reglamentarlos y declararlos área de reserva, sin tener en cuenta los 500.000 habitantes campesinos. Esta población se ocupa mayormente en la agricultura y se encuentra vulnerada por el abandono estatal, lo cual se refleja en sus bajos ingresos económicos, la falta de infraestructura y la baja calidad de las construcciones en sus asentamientos. Como consecuencia, la población rural tiende a habitar en condiciones no óptimas con su labor y necesidades espaciales, lo que la lleva a abandonar sus tierras y buscar nuevas oportunidades con un ideal de mejorar su calidad de vida en las ciudades, lo que involucra una pérdida de valor ancestral, cultural, económico y ambiental, ya que una vez la población campesina abandona sus tierras, esta pasa a manos de otros actores. Como solución a la problemática de vivienda campesina productiva, se propone la alternativa de diseño de un prototipo adaptable de Unidad Habitacional Agroecológica, que se enfoque en los conceptos de la bioconstrucción y la agroecología, que quizá mejore la calidad de vida del campesino optimizando los espacios necesarios para su labor.