La desregulación emocional que esta presente en múltiples condiciones clínicas se entiende como un escaso control sobre las emociones, en algunas ocasiones este escaso control puede llevar a los individuos a involucrarse en conductas de alto riesgo. Así las cosas, establecer formas adecuadas para responder a estas necesidades es fundamental logrando mitigar escenarios poco esperados en el quehacer clínico.