Diversos autores reconocen la complejidad en procesos de reintegración de excombatientes que han pertenecido a estructuras armadas ilegales, el impacto de esta experiencia en las personas y en la calidad de los entornos a los que están expuestos. Desde la perspectiva de prácticas culturales, esta investigación se propuso reconocer los factores meta y macrocontingenciales relacionados con los repertorios emocionales y de interacción social problemáticos en excombatientes en proceso de reintegración a la vida civil en Colombia. Tras una revisión sistemática de literatura, se propusieron dos estudios: el primero de tipo ex post-facto con un diseño descriptivo-correlacional que evaluó los procesos de regulación emocional y los problemas de interacción social en función del tipo de estructura armada, tiempo de permanencia en procesos de militancia, jerarquía dentro del grupo armado y permanencia en procesos de reintegración en un grupo de 384 excombatientes que pertenecieron a estructuras armadas ilegales y se encuentran actualmente en proceso de reintegración, aplicando la Escala de dificultades en regulación emocional (Gratz y Roemer, 2004), la Escala multidimensional de asertividad (Flores y Díaz-Loving, 2004) y el inventario de estrategias de afrontamiento (Cano- García et al. 2007). El segundo estudio, de tipo hermenéutico, analizó las prácticas culturales, reconociendo los factores meta y macrocontingenciales asociados a los procesos de regulación emocional e interacción social, a través de entrevistas a profundidad (Potter y Hepburn, 2012) y grupos focales con profesionales reintegradores y excombatientes colombianos. Las medidas de tendencia central, los análisis de varianza y las comparaciones post hoc reconocen un alto nivel de asertividad, uso frecuente de estrategias de resolución de problemas y regulación emocional promedio. Se identifica que un mejor uso de estrategias emocionales y de interacción social se correlaciona con el tiempo de desmovilización, rango y rol durante su permanencia en la estructura armada. El modelo de prácticas culturales reconoce que los espacios de reintegración que se dan en el día a día, fungen como escenarios políticos que dan la posibilidad de construcción de relaciones sociales efectivas. Las acciones desde el estigma delimitan interacciones no efectivas para la reintegración, reducen los espacios de convivencia, aíslan al excombatiente en el anonimato y limitan contextos en los cuales aprender nuevas herramientas de manejo emocional e interacción social. Por lo tanto, el acompañamiento de familiares, vecinos y profesionales reintegradores se identificó como fundamental para el restablecimiento de redes de apoyo, atender momentos de crisis y fortalecer habilidades necesarias para la convivencia. Finalmente se reconoce que los procesos de reintegración se promueven según el ritmo de los encuentros con la comunidad basados en información veraz, entendimiento de su participación en la guerra y posible contribución actual en las comunidades; pero también exige el avance en medidas de justicia transicional y otras medidas políticas y económicas que involucren las diferentes esferas nacionales (administrativas y judiciales) que entiendan la naturaleza de la reintegración y ejecuten acciones acordes con los acuerdos de paz y expectativas de desmovilización de los participantes para reducir la desconfianza a la institucionalidad y probabilidad de reingreso a la estructura armada.