Este ensayo no debería tener introducción. El esfuerzo de construir una filosofía desde un punto de vista ambiental debería valerse por sí mismo. Sin embargo, no es así, y ello por dos razones principales. Ante todo, porque la crisis ambiental suele verse con una mirada reduccionista, como si fuese un problema exclusiva-mente técnico o, a lo más, económico y social, pero no necesaria-mente filosófico. En segundo lugar, porque la filosofía está ligada, por el anclaje platónico, a la trascendencia y ha tenido gran dificultad en acercarse a la comprensión inmanente de la naturaleza y el hombre