La necesidad de garantizar la continuidad académica en el contexto de una crisis sanitaria, causada por la pandemia del Covid-19, condujo en la Universidad Autónoma de Occidente a poner en marcha diversas iniciativas y estrategias, entre la cuales está el despliegue de la magistralidad a través de la interacción virtual sincrónica y asincrónica, lo cual fue posible gracias al trabajo colaborativo entre equipos docentes y directivos académicos. Dicha estrategia propició acuerdos en torno a una propuesta versátil de las clases magistrales, resignificando la visión clásica de la magistralidad, dando paso a lo que se ha llamado la magistralidad interactiva, que es objeto de análisis en este texto. Esta situación movilizó el ecosistema de enseñanza y de aprendizaje y resituó la figura del estudiante, quien abandona el tradicional rol de espectador de lo que acontece detrás de las pantallas, en lo que se denomina educación remota. La familiaridad con las herramientas digitales de quienes inician las carreras universitarias favoreció los procesos transformadores, tejidos participativamente en el Grupo de Apoyo Pedagógico-GAP, que afrontó con seriedad y visión interdisciplinar las relaciones entre educador y educando en el acontecer educativo, con alta mediación digital. Al respecto, es necesario resaltar que, en el enfoque adoptado por la UAO, la magistralidad se caracterizó por una planeada articulación entre las sesiones magistrales masivas y el trabajo en pequeños grupos, que propiciaban el fortalecimiento de lo aprendido, en virtud de la heterogeneidad y riqueza de las relaciones e interacciones