Las regalías son una contraprestación económica que recibe el Estado Colombiano por la extracción de un recurso natural no renovable, el cual se extingue con el transcurso del tiempo. Estas se entregan a los departamentos y municipios a través de dos modalidades: regalías directas y regalías indirectas. Y tienen como objetivo cubrir las necesidades básicas insatisfechas (NBI) de la población, es decir, deben ser utilizadas en proyectos de inversión dirigidos a educación, salud, agua potable, alcantarillado y reducción de la mortalidad infantil. Así lo establece actualmente la ley en Colombia, lo cual es resultado de una serie de modificación que se han venido realizando a la forma de distribución de estos ingresos, que datan desde 1886 hasta la fecha. Ahora bien, estos ingresos han tomado un papel determinante en las finanzas publicas de los departamentos, tal es el caso de Santander, que ha registrado una participación del ingreso total del departamento en un once por ciento en promedio en la última década. Según el Departamento Nacional de Planeación los departamentos productores presentan irregularidades en las inversiones realizadas, lo que generó que el poder ejecutivo radicara de un proyecto de ley que pretende centralizar la regalías. Lo cual afectaría directamente las finanzas del departamento de Santander y los municipios productores, generando así una disminución en el cubrimiento de las NBI.