El municipio de La Macarena ubicado al sur del departamento del Meta está lleno de contrastes. Por un lado, tiene una enorme riqueza natural reconocida por el Estado, los organismos de protección ambiental y la administración local (Cárdenas, 2020; Cormacarena, 2020). Y por el otro, padece una serie de problemas entre los que se encuentran la presencia histórica de la guerrilla de las FARC -en la actualidad disidencias-, grupos del narcotráfico que financian la siembra de cultivos de uso ilícito, la ganadería extensiva que en parte se ha financiado por los factores anteriores, la ausencia estatal y por tanto, falta de planeación del desarrollo territorial (Jaramillo et al., s/f; Quintero & Restrepo, 2009). Estos factores han creado un escenario de pobreza e inseguridad alimentaria (Cárdenas, 2020; DANE, 2014). El Estado y la academia han priorizado estudios, programas y proyectos que han tratado de comprender y responder el deterioro ambiental, el conflicto armado, sus consecuencias, la relación con la coca, los planes de sustitución y los efectos de la ganadería extensiva. No obstante, tales abordajes han dejado de lado las formas de subsistencia de los pobladores rurales, factor clave que se interrelaciona con estos elementos problemáticos. Esta investigación tuvo como objeto de estudio la Agricultura Familiar (AF) en quince fincas de cinco veredas del municipio de La Macarena, para comprender las dinámicas productivas de la comunidad rural en el marco de su contexto social, político y económico, con el fin de intentar aportar insumos que visibilicen alternativas que puedan llegar a mitigar el círculo conflicto, coca, deforestación y ganadería extensiva. Para ello, la presente investigación abordó la contribución de la AF a la Seguridad (SgA) y Soberanía Alimentaria (SbA) a través del método cualitativo y el uso de herramientas etnográficas como la entrevista semi estructurada, recorridos transecto y cartografía social. Los resultados evidenciaron una predominancia de sistemas de producción familiar basados en la ganadería extensiva con algunos casos que la complementan con cultivos agrícolas. A pesar de tener la posibilidad de cultivar, la gran mayoría de las familias compra los alimentos y tienen dificultades para comercializar su producción. No obstante, poseen condiciones de la SgA que, aunque un poco débiles, pueden fortalecerse colectivamente para promover una soberanía alimentaria basada en sistemas de producción sostenibles.