Al finalizar la Guerra fría, surgió un cambio en la estructura internacional, donde surgió una nueva concepción de poder y nuevos actores tales como: Norteamérica, Europa occidental y Este asiático. Con estos nuevos actores, nace un nuevo contexto de competencia entre las grandes regiones, para lograr obtener un posicionamiento global. Así, Estados menos desarrollados como los Latinoamericanos, buscan un mecanismo de integración para insertarse en el nuevo ámbito multilateral. Por otro lado, a finales de la década de los setenta el tema energético empezó a cobrar importancia, donde Latinoamérica y el Caribe son actores claves en este tema, por los recursos primarios que poseen, sin embargo para lograr insertarse en el esquema energético, estos Estados deben estar enfocados en la integración ya que en la estructura internacional, los Estados industrializados tienen mayores capacidades por los recursos que poseen.