La bioética se ocupa de la valoración, cultivo y defensa de la vida, de su calidad y de su sentido, reconociendo que su sacralidad, trascendencia e inviolabilidad constituyen el horizonte supremo de actividad normativa orientadora de todos los procesos culturales, ante la urgencia prioritaria de garantizar la supervivencia del hombre en comunion con las otras especies y con los entornos abióticos de los que depende. De la afirmación de la vida como valor ontico supremo, acontece la autonomía de la conciencia como rector del buen juicio.