A pesar de que Colombia ha implementado políticas para regular el tránsito y permanencia de venezolanos, estas con frecuencia descuidan los procesos emocionales de los migrantes, lo que resulta en dificultades para su proceso de integración. La presente investigación proporciona una visión crítica y profunda de la experiencia de los migrantes venezolanos en Colombia, subrayando la relevancia del desarraigo y los desafíos de integración, al mismo tiempo que cuestiona las políticas y percepciones existentes en el país sobre esta crisis migratoria. La investigación examina cómo los discursos y políticas en Colombia han contribuido a una percepción simplista de los migrantes venezolanos, pasando por alto los obstáculos y violencias estructurales que enfrentan al realizar un cambio de sus referentes espaciotemporales. Desde el punto de vista metodológico, se adopta un enfoque cualitativo y descriptivo-interpretativo, utilizando el posestructuralismo para analizar las relaciones de poder en el discurso y la experiencia de los migrantes. El marco conceptual de la investigación se basa en la teoría del posestructuralismo en las Relaciones Internacionales, ofreciendo una perspectiva amplia sobre cómo se lleva a cabo la integración de los migrantes, considerando aspectos como políticas públicas, redes sociales, cultura e identidad colectiva. En última instancia, el estudio destaca la necesidad de reconocer que el desarraigo y la integración son conceptos tanto complementarios como excluyentes, influidos por relaciones de poder en el discurso que condicionan las representaciones y percepciones de los migrantes. Esto subraya la urgencia de incorporar el aspecto emocional en la formulación de políticas migratorias, enfatizando la importancia de atender a las necesidades emocionales de los migrantes para lograr una integración más efectiva.