Actualmente la obesidad es un factor importante para el desarrollo de diversas enfermedades crónicas como lo son la diabetes, enfermedades cardiovasculares y varios tipos de cáncer. Las medidas antropométricas, se encuentran relacionadas con la detección de sobrepeso y obesidad por consiguiente se relacionan directamente con el riesgo cardiometabólico. Al momento de realizar una valoración del estado nutricional, uno de los objetivos principales es determinar los factores de riesgo que están asociados al uso de malos hábitos alimenticios; un IMC alto correspondiente a sobrepeso >25 y obesidad >30 se asocian de manera directa al desarrollo de enfermedades no transmisibles como las enfermedades cardiovasculares; ya que se ha notado un incremento de estas enfermedades asociadas a los estilos de vida no saludables. Estas corresponden a la principal causa de muerte, morbilidad, discapacidad y deterioro de la calidad de vida, conllevando así mismo a un aumento de no solo la comorbilidad cardiovascular y metabólica, sino también la mortalidad. (1) (2)