La disfunción eréctil (DE) definida como la incapacidad persistente o recurrente para alcanzar o mantener una erección suficientemente rígida y duradera para llevar a cabo una relación sexual ha mostrado tener una relación con la hipertensión arterial; el objetivo del estudio es determinar la prevalencia de esta enfermedad en la población hipertensa y su relación con el grado de hipertensión arterial.