Durante los últimos años se están observando importantes modificaciones en la situación epidemiológica de la enfermedad humana y su carga social. Esta transición se ha dirigido hacia el predominio de las enfermedades crónicas no transmisibles (Enfermedades cardiovasculares y metabólicas, problemas pulmonares, cáncer, enfermedades mentales, etc.) sobre las enfermedades transmisibles o carenciales. Estos problemas de salud inician en edades tempranas se asocian con el estilo de vida y sus repercusiones son devastadoras en la edad adulta