La investigación que se presenta explora el consumo de sustancias psicoactivas (SPA) en estudiantes de la Universidad de Caldas, focalizándose en las percepciones de riesgo, las motivaciones subyacentes y los espacios socialmente significativos donde ocurre el consumo. Desde la teoría de la estructuración de Anthony Giddens, se analiza cómo las dinámicas sociales y los significados atribuidos a estas prácticas permiten entender la relación entre la agencia de los estudiantes y las estructuras universitarias que regulan el consumo. Este enfoque teórico ayuda a desentrañar cómo los estudiantes territorializan ciertos espacios del campus, los cuales adquieren valor simbólico como zonas de consumo y, a su vez, refuerzan la normalización de esta práctica en la vida universitaria.