Introducción: La seguridad del paciente es un pilar fundamental de la salud pública, ya que impacta directamente en la calidad de la atención médica y en la reducción de la morbimortalidad asociada a eventos prevenibles. Los eventos adversos prevenibles representan un problema significativo, comparable al de enfermedades como la tuberculosis y la malaria. Garantizar la seguridad del paciente no solo mejora los resultados clínicos, sino que también fortalece la confianza de la población en el sistema de salud y optimiza el uso de recursos. Este estudio se centra en los conocimientos, actitudes y prácticas de los estudiantes de último semestre de enfermería y medicina del departamento de Caldas, Colombia, ya que evaluar y mejorar estas competencias es crucial para integrar de manera efectiva la seguridad del paciente en las universidades, los centros de atención en salud y, por ende, en la política de salud pública. El objetivo general fue analizar los conocimientos, actitudes y prácticas en relación con la seguridad del paciente entre los estudiantes de último semestre de enfermería y medicina de las universidades del departamento de Caldas. Metodología: se llevó a cabo un estudio observacional, transversal, analítico y prospectivo durante el primer semestre de 2023. La población objeto de estudio estuvo compuesta por 106 estudiantes de último semestre de enfermería y medicina de todas las Universidades del departamento de Caldas que ofrecen estos programas. Se utilizó el "Cuestionario de Seguridad del Paciente para Estudiantes Latinos", que evalúa cinco dimensiones: franqueza en la comunicación, actitud proactiva, conciencia del error, comprensión del factor humano y complejidad de los sistemas. Los datos fueron analizados mediante estadísticas descriptivas y pruebas de chi-cuadrado para identificar diferencias significativas. Resultados: La muestra estuvo compuesta por 106 participantes, de los cuales el 67.9% eran mujeres. Un 96.2% de los estudiantes reconoció que las conductas inseguras representan un riesgo para la seguridad del paciente. Más del 90% de ellos recibió información, entrenamiento e inducción en seguridad del paciente durante su formación. No se encontraron diferencias significativas en el nivel de conocimientos entre los programas de medicina y enfermería; sin embargo, se observaron diferencias estadísticamente significativas en ítems relacionados con la definición del error humano, la conciencia del error y la higienización de manos. Las actitudes y prácticas registraron resultados negativos con una proporción de respuestas positivas menor al 75% en ambos programas. Las dimensiones que obtuvieron mejores puntajes fueron la actitud proactiva y la comprensión del factor humano, mientras que la conciencia del error y la complejidad de los sistemas presentaron la proporción de respuestas positivas más bajas. Conclusiones: Los estudiantes de enfermería, mayoritariamente mujeres, tienen mayor predisposición para adquirir conocimientos sobre la seguridad del paciente, lo que se traduce en actitudes más positivas en comparación con los estudiantes de medicina, quienes obtuvieron calificaciones más bajas que sus pares de enfermería en todos los aspectos evaluados. No obstante, ninguno de los dos grupos mostró actitudes y prácticas positivas en relación con la seguridad del paciente.