spa:El Campo Volcánico Monogenético Samaná corresponde al vulcanismo más septentrional de la cadena volcánica de Los Andes y se encuentra localizado en el departamento de Caldas, Colombia, en la Cordillera Central. Este campo alberga al menos siete volcanes entre efusivos (domos de lava Pela Huevos, Piamonte, Morrón y Guadalupe), explosivos (maar San Diego y cono de toba El Escondido) y un edificio volcánico sin definir (Norcasia). La ubicación del campo está por encima de los 5°N en donde se ha propuesto un cambio en el ángulo de subducción de la placa Nazca bajo la Suramericana. En esta zona la subducción se ha evidenciado que es plana y por ende no volcanogénica; a pesar de esto, este trabajo evidencia que el vulcanismo es más común. Este estudio, utiliza técnicas de petrografía, química mineral, química de roca total, estimaciones geotermobarométricas, con el objetivo de caracterizar composicionalmente los volcanes, así como análisis geocronológicos de los volcanes del Campo Volcánico Monogenético Samaná para reconstruir su evolución geológica. Los análisis indican que todos los volcanes presentan rocas porfiríticas con masa fundamental vítrea y en algunos casos microcristalina y criptocristalina; también presentan comúnmente texturas glomeroporfiríticas y texturas de desequilibrio como zonación, textura en tamiz y bordes de reacción en los diferentes cristales. Mineralógicamente, se reconoció que plagioclasa (An26-74) y anfíbol (magensiohastingsita, tschermakita y en ocasiones magnesihornblenda), son las fases más abundantes. Piroxeno (Wo2-45 En41-76 Fs10-28) está presente en los volcanes Norcasia y Pela Huevos, mientras que olivino (Fo82-88) está presente en los volcanes Pela Huevos y Guadalupe. Biotita se reconoció en los volcanes San Diego, El Escondido, Morrón y Guadalupe, mientras que cuarzo solo se encontró en los volcanes San Diego y El Escondido. Óxidos de Fe-Ti (Usp7-99 Mag1-95 e Ilm64-91 Hem1-91) están presentes como fase menor en todos los volcanes. Químicamente, los volcanes son de composición andesítica a dacítica, de afinidad calco-alcalina, indicando ambientes típicos de subducción. A partir de los análisis geotermobarométricos, fue posible determinar que las condiciones de cristalización para plagioclasa fueron de 943 – 891°C y 0,8 – 0,14 GPa, para anfíbol de 987 – 810°C y 0,8 – 0,19 GPa, para piroxeno de 1192 – 1147 °C y 0,8 – 0,5 GPa y para óxidos de Fe-Ti de 871 – 687°C. Toda esta información permite sugerir múltiples procesos fisicoquímicos del magma en su ascenso a superficie, así como una evolución diferencial a partir de una fuente magmática en común para todos los volcanes. Cristalización fraccionada fue el principal proceso por el cual los magmas evolucionaron, tanto durante el ascenso como por estancamientos a niveles corticales. Las condiciones de cristalización de las diferentes fases establecen que piroxeno fue la primera fase en cristalizar (entre 32 y 19 km de profundidad), seguido de anfíbol y plagioclasa (entre 31 y 6 km de profundidad); los cristales de biotita y cuarzo se estima que se formaron a condiciones más superficiales, al igual que óxidos de Fe-Ti que corresponden a la última fase en cristalizar. El estancamiento de los magmas, favoreció también diferentes grados de asimilación de la roca caja. Adicionalmente, se propone que una zona de acumulación en la corteza media fue afectada por recargas magmáticas generando procesos de mezcla de magmas e incorporando antecristales de olivino. Es a partir de esta zona de estancamiento, que los magmas ascendieron a través de diferentes pulsos y de diferentes diques para formar cada uno de los volcanes monogenéticos del campo. Finalmente, las edades conocidas hasta el momento para algunos de los volcanes (153 – 16 ka) evidencian un carácter reciente y potencialmente activo del campo con fuertes implicaciones de amenaza para la región.