La siguiente tesis trata sobre aquello que la violencia no se pudo llevar. De hecho, se centra en lo que floreció después de esta. Desde la Cocina Montemariana se presentan los cuidados y las recetas como ejes principales en el pluriverso de la cultura y su relación estrecha con el ambiente, específicamente sobre el estudio de caso en los tres corregimientos de San Rafael, Flor del Monte y La Peña, pertenecientes al municipio de Ovejas, Sucre, Colombia. La investigación tiene un enfoque cualitativo, y para la metodología se plantea la etnografía artivista feminista, utilizando técnicas y herramientas de recolección etnográfica, pero también de creación. Su objetivo general es crear un registro narrativo (audiovisual y escrito) que abarque algunos de los saberes ambientales resguardados por las mujeres rurales. Para este trabajo los saberes encapsulan armonía y ancestralidad, los poseen las poblaciones y permiten su existencia dentro de sus territorios, pues son en palabras menos, el manual que ha sido escrito durante generaciones y les permite ser y existir en el sistema ambiental al que pertenecen: su territorio. Poner los cuidados en el centro, permite comprender la situación que han tenido las mujeres rurales y visibiliza la importante labor de construcción de paz que llevan a cabo las cocineras tradicionales, también conocidas como Sabedoras Ambientales. A través de las ollas comunitarias en eventos y festivales, contribuyen a la preservación de recetas tradicionales y cocinan junto al mote, promoviendo la reconstrucción del tejido social. Además de esto, la Cocina Montemariana en este trabajo representa el ensamblaje de procesos colectivos, la colaboración entre mujeres, investigadores de paz y la comunidad protagonista de paz.