Introducción: El envejecimiento es un proceso activo y multifactorial que abarca desde la concepción hasta la muerte, donde intervienen diversos factores que generan pérdidas funcionales en el organismo (1). Se encontró una relación entre el incremento de la edad y la fragilidad, es decir, a medida que aumenta la edad, la fragilidad también se incrementa. Por otro lado, las mujeres son las más afectadas por el síndrome de fragilidad en un 59,5% en relación con los hombres en un 40,6% (2). Se evidenció una relación entre la fragilidad y la calidad de vida y salud, donde la fragilidad puede llegar a explicar el 39.5% de la calidad de vida y hasta el 61.6% de la salud percibida (3). Objetivo: Determinar cuáles son los factores de riesgo de fragilidad que afectan la calidad de vida y salud en adultos mayores de 55 años en Santander durante el año 2020-2021. Metodología: Estudio transversal de tipo analítico, muestra de 201 adultos mayores de 55 años o más de Santander, muestreo a conveniencia, mediante la escala Frail y SF36. Resultados: La edad promedio fue de 67 años, 62.68% (126) fueron mujeres y 37.31% (75) fueron hombres. Fueron clasificados no frágiles 6.47% (13), pre frágiles 85.07% (371) y frágiles 8.46% (17). Conclusión: La prevalencia de fragilidad en los adultos mayores está asociada a eventos adversos como la disminución involuntaria de peso, pérdida de movilidad, fatiga y comorbilidades preexistentes, por lo que es necesario que los profesionales de salud, identifiquen la mejor forma de intervención en la prevención y tratamiento de la fragilidad.