El embarazo adolescente es un problema de salud pública debido a que genera cambios físicos, psicológicos y sociales como la baja autoestima, la depresión, la deserción escolar; como consecuencia de estas situaciones el afrontamiento se ve afectado porque las adolescentes desarrollan conductas de culpa, responsabilidad y preocupación frente a un embarazo no planeado y cambios en el proyecto de vida.