Afirma Montaño (2001) “la tarea contribuye a la recreación de procesos, productos y sujetos implicados en la actividad, supone la consecución de metas y objetivos en beneficio de un bien común” hay que aceptar que en este momento ésta ha llegado a un punto de deterioro de las funciones formativa y socializadora para las que fue creada, debido a la manera mecánica, rutinaria, desproporcionada, descontextualizada y poco atractiva como es asignada cotidianamente en las aulas escolares. De manera desafortunada algunos docentes no logran captar con ella el interés y la motivación de los estudiantes para seguir conectados abordando o profundizando de manera dirigida los contenidos curriculares.