Esta investigación cualitativa da cuenta de la existencia de un malestar en la cultura escolar áulica, reflejado en la presencia insistente del ruido, la desescucha y la akedia. Se propuso develar el sentido que le atribuyen estudiantes y docentes de Educación Básica Secundaria de Instituciones Educativas Públicas de Tunja, a la experiencia de escucha que comparten en el encuentro pedagógico de aula. Para lograrlo, se construyó una proto-inter-teoría o polifonía de aportaciones (anatomofisioneurológicas, filosóficas, musicales, psicológico-psicoanalíticas y pedagógico-lingüísticas) que permitió una comprensión holística del fenómeno en estudio: la escucha humana desde la actitud de escucha lingüística; concomitantemente, se empleó el modo hermenéutico, específicamente el estilo innovador de la Hermenéutica Reflexiva en Investigación Educacional y Social, la cual, para el análisis y la interpretación, establece un encuentro dialéctico de las propuestas de Ricoeur (la acción y el habla oral como textos), Geertz (la descripción densa) y Schütz (la actitud fenomenológica como método): Complementó lo anterior, la tétrada de pasos para la construcción de sentido elaborado, propuesta por el tesista . Se aplicaron las técnicas de la observación fenomenológica y de la entrevista semiestructurada del mundo de la vida. Se llega al develamiento de la inexistencia de sentidos elaborados académicamente válidos y socialmente pertinentes de la escucha y de la experiencia de escucha en los sujetos moradores del aula, debido al olvido de la reflexión y la práctica de la escucha en el desarrollo microcurricular. Esto lleva a colegir que los sentidos que actualmente emergen de las actitudes (los hechos observados) y del discurso (lo expresado en la entrevista) corresponden al nivel de la actitud natural, propia de la forma práctico instrumental de habitar la vida cotidiana, por lo que no conciernen a la actitud crítico reflexiva, y en consecuencia no entran en el cono de luz, es decir, no forman parte de la conciencia de. Se concluye que la escucha es la habilidad fundante del lenguaje en el ser humano y que la actitud de escucha es, ante todo, una postura ético-política frente al proceso de la comunicación pedagógica, que, por no darse de manera espontánea, es indispensable pensar en su educación para consolidar en lo social un cambio de naturaleza cultural.