Spa: Los primeros estudios epidemiológicos que relacionaron los efectos nocivos para la salud en función de la dosis de radiación recibida por la inhalación del gas radón (222Rn) se conocieron a principios de los años 70. Existen un gran número de investigaciones realizadas en este ámbito, la organización mundial de la salud (OMS), califica al radón como agente cancerígeno de grado 1, la agencia de protección ambiental estadounidense concluye que aproximadamente 21000 muertes al año se deben a la inhalación de gas radón, a raíz de estos datos la comisión internacional de protección radiológica (ICRP) ha comenzado a tomar medidas para afrontar la problemática que supone habitar y trabajar en espacios con altos valores de este gas.