La evaluación de la respuesta al tratamiento en leucemia linfoblástica aguda (LLA) es parte integral de la clasificación del riesgo y terapia dirigida. Las metodologías de evaluación incluyen técnicas morfológicas y la citometría de flujo (CMF) que pueden mostrar diferencias en sus resultados. No es claro el efecto de estas diferencias en los desenlaces clínicos. Este es un estudio de corte transversal retrospectivo que evaluó las diferencias entre las metodologías de evaluación del día 15 de tratamiento de niños con LLA y exploró los desenlaces clínicos por grupo de diferencias entre métodos. Para 82 pacientes la comparación entre impronta y CMF mostro un 57,3% de casos concordantes, en el subgrupo de 69 pacientes con muestras para las 3 técnicas, la comparación entre extendido de médula ósea y CMF mostró resultados concordantes en 66,7% con asociación positiva entre técnicas. La impronta fue el método con más alta cuantificación de blastos. La recaída fue menos frecuente en el grupo discordante con porcentaje de blastos bajos por CMF (<5%) aun con extendidos de MO altos (M1/M2), p <0,05; no se encontraron diferencias estadísticas en el grupo discordante de impronta y CMF. Las técnicas de evaluación morfológicas frente a CMF muestran en su mayoría resultados concordantes, los pocos datos no nos permiten esclarecer el impacto de las diferencias entre técnicas en desenlaces clínicos, pero los resultados sugieren que la técnica más adecuada para la clasificación del riesgo en el día 15 en los casos discordantes es la CMF. (Texto tomado de la fuente).