Leer es entrar en un mundo mágico de imaginación y belleza de la palabra escrita (Ricoeur, 1999). Es una experiencia significativa de personajes hechos y acontecimientos reales o ficticios que invitan a recorrer lugares llenos de aventura y fascinación. Es un proceso que permite comprender lo que nos rodea. En la presente investigación se da una mirada a nuestro contexto tanto nacional como institucional referente a la implementación de la lectura, las prácticas pedagógicas en la institución educativa y el papel del docente como mediador de las mismas. Se reflexiona sobre el lector, su sensibilidad y asombro desde la mímesis, fenomenológica y hermenéutica, pero a su vez es un lector que toma distancia, posición, y reflexión crítica frente al texto leído en la educación primaria. Se visibiliza un individuo que construye sentido del texto y su temporalidad. Se evidencia la necesidad de asumir la lectura teniendo en cuenta la vivencia del lector, su contexto, sus saberes y su horizonte vital para que se produzca una transformación de su pensamiento producto de la comprensión e interpretación. Dicha vicisitud debe llevar al sujeto que lee a crear un nuevo discurso reflejado en una nueva producción, es decir, otra creación artística, evidenciando su postura como lector crítico. Por otra parte, se contempla la conveniencia de romper paradigmas y esquemas en la enseñanza para abordar la vivencia del lector, su mundo, su apropiación, al plasmar un texto fruto de su distanciamiento como lector crítico. (Texto tomado de la fuente)