Aunque se tratara de imágenes católicas, no siempre lacirculación de estampas era bien vista en los reinos de laCorona española. La circulación de estampas religiosasestuvo controlada por el Tribunal del Santo Oficio de laInquisición y por cédulas reales para evitar la difusión deobras que no se ciñeran a lo dictado por la Iglesia, puespodían ser irrespetuosas, imprecisas, contener críticas,burlas o incitar a levantamientos contra la monarquía.