Las sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO) son compuestos químicos antropogénicos, responsables del agotamiento de la capa de ozono. Los hidrofluorocarbonos (HFC), usados como sustitutos de las SAO, no afectan la capa de ozono, sin embargo, son considerados gases de efecto invernadero (GEI) con un alto potencial de calentamiento atmosférico (PCA). Las SAO son controladas por el Protocolo de Montreal, mediante cronogramas para la eliminación gradual de su producción y consumo. Asimismo, de acuerdo con la enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, ratificada por Colombia en 2019, la producción y consumo de los HFC será controlada a partir de 2019 para los países desarrollados y a partir de 2024 para los países en desarrollo. A pesar de las medidas de control, existen bancos de SAO y HFC, instalados principalmente en equipos de refrigeración y acondicionamiento del aire, que pueden ser liberados a la atmósfera, si no se toman medidas para su recuperación y posterior reutilización (previo tratamiento) o destrucción. Colombia cuenta con infraestructura para la gestión de los bancos de SAO y HFC, que incluye un horno rotatorio de alta temperatura, con capacidad para la destrucción de 25-50 t/año de SAO a partir del 2022. Sin embargo, se estima que para el año 2030 se requerirá contar con instalaciones adicionales con capacidad para destruir entre 100 y 215 t/año de estas sustancias, principalmente HFC. El objetivo de este trabajo es establecer el estado del arte de las tecnologías de destrucción de las SAO, a nivel internacional, y analizar su aplicabilidad en Colombia. Considerando la reciente aprobación de la enmienda de Kigali, también se incluyó y analizó información concerniente a las tecnologías para la destrucción de los HFC. El trabajo incluye la estimación de la cantidad de sustancias que estarán disponibles para destrucción en los próximos años en Colombia, mediante el análisis de los bancos de SAO y HFC, y una extensa revisión documental sobre la implementación de las tecnologías de destrucción de SAO y HFC a nivel internacional y nacional. La información recopilada se usó para identificar algunas barreras para la implementación de estas tecnologías en Colombia; así como para la evaluación de las tecnologías de destrucción de SAO y HFC en función de criterios técnicos, ambientales y económicos. Por último, se identificaron algunas posibilidades de investigación relacionadas con la destrucción de las SAO y HFC en el país. De acuerdo con la revisión documental, las principales tecnologías usadas actualmente para la destrucción de SAO y HFC a nivel mundial son la incineración con otros residuos en hornos rotatorios de alta temperatura, la destrucción en hornos cementeros y la reacción con vapor sobrecalentado. Asimismo, la revisión sugiere que en países en desarrollo como Colombia el uso de tecnologías de plasma no es viable, debido a su alto costo, su alto consumo energético y la dificultad para conseguir los insumos requeridos para su funcionamiento. Para evaluar las tecnologías para la destrucción de SAO y HFC se analizó el desempeño de cada tecnología en aspectos técnicos, ambientales y económicos, mediante el análisis multicriterio, aplicando una metodología hibrida AHP-PROMETHEE. Se consideraron tecnologías aprobadas por el Protocolo de Montreal para destrucción de fuentes concentradas de CFC y HCFC y recomendadas para aprobación o con un alto potencial para la destrucción de fuentes concentradas de HFC. Los resultados de la evaluación indican que la tecnología con mejor desempeño técnico es el reactor de craqueo, mientras que la tecnología con mejor desempeño ambiental es el arco de plasma de argón y la tecnología con mejor desempeño económico es el horno cementero. El resultado de la evaluación integrada sugiere que la tecnología más recomendada para para la destrucción de SAO y HFC en el país es el reactor de vapor sobrecalentado. Cuando se les da los criterios ambientales tienen mayor peso que los criterios económicos, las tecnologías de arco de plasma de nitrógeno y arco de plasma de argón se ubican en segundo y tercer lugar, respectivamente. Sin embargo, cuando los criterios económicos predominan sobre los criterios ambientales, las tecnologías de horno cementero e incineración en horno rotatorio se clasifican en segundo y tercer lugar, respectivamente. (Texto tomado de la fuente)