Este trabajo investigativo analiza las condiciones históricas de producción, difusión y apropiación de las Bibliotecas de autores de Santander, Caldas y Antioquia, colecciones de libros y escritores pertenecientes o relacionados con estos departamentos, publicadas entre 1932 y 1953. A partir de un estudio conectado y comparado, y con base en algunos métodos de la historia intelectual y la historia del libro, se indaga por las relaciones que entre funcionarios de instituciones departamentales, intelectuales, editores y agentes libreros se establecieron con el propósito de divulgar un conjunto de representaciones colectivas de cada región mediante este tipo de impresos. Así, la investigación histórica dilucida la actividad asociativa y la conformación de redes para editar esas Bibliotecas, compuestas por administradores públicos del poder (gobernadores y consejos de gobierno), órganos de origen popular (Asambleas departamentales y Concejos municipales), centros o sociedades culturales e imprentas departamentales. A su vez, esta pesquisa observa espacios y agencias regionales en sus intercambios gracias a que compartían una cultura letrada e impresa, es decir, un sistema de códigos unidos y definidos por la palabra y la imagen impresas. En tanto existía y se desplegaba un lenguaje común en torno a diversos usos de las artes gráficas, la publicación de esas Bibliotecas se convirtió en un modelo editorial replicable con la virtud de acoplarse a las particularidades políticas y económicas de cada región en sus pretensiones de legitimación cultural. De ese modo, y como cierre, se examinan los mecanismos de circulación de esas colecciones comarcales y sus libros, los cuales propiciaron ciertas prácticas y discursos en una siempre disputada opinión pública. (Texto tomado de la fuente).