Entre 1941 y 1945, cuatro compañías produjeron los diez primeros largometrajes sonoros del cine colombiano. Este trabajo explora la historia de estas películas entendiéndolas como encrucijadas en las que entran en juego diversas fuerzas. Se usan fuentes de archivo, prensa y las películas existentes para construir una perspectiva comparativa e intertextual. Se muestra que un modelo industrial de práctica cinematográfica dirigió la toma de decisiones, incluso en situaciones de escasez. La primacía del modelo industrial obliga a negociaciones complejas entre ideas de lo nacional y lo popular, que responden a representaciones de la audiencia. (Texto tomado de la fuente).