Este trabajo surge de la necesidad de proponer alternativas de desarrollo para las áreas centrales que hoy por hoy enfrentan grandes retos en su restablecimiento, estas áreas dinamizan y continúan siendo ejes importantes para las ciudades. En el caso de ciudades históricas y con el advenimiento de los Planes Especiales de Manejo y Protección (PEMP)1 se espera tener un marco de discusión importante para fijar no solo un plan indicativo de intervención y protección, sino para definir los planes estratégicos que complementen a los primeros sobre todo en las áreas de influencia o subcentrales. En un sentido crítico las zonas subcentrales, asumen una condición de transición, de intersticio, en la cual se pueden proyectar procesos de revitalización de los centros históricos. Este territorio “hibridizado” constituye una oportunidad no solo para mantener las estructuras patrimoniales de los centros históricos, sino para darle matices de clarificación y actualización a las zonas céntricas en articulación con el desarrollo expansivo de “la otra ciudad” que se configura desde afuera. Bajo estas consideraciones, el trabajo tiene por objeto resolver la relación de las zonas subcentrales desde un enfoque morfológico, y con ello pretender dar solución a fenómenos que tienen que ver con la discontinuidad espacial y con las rupturas que se presentan en tanto su configuración física y ambiental; así mismo, resolver fenómenos de deterioro por el decrecimiento asociado al tejido urbano. (Texto tomado de la fuente).